Esto es un árbol. La raíz dice raíz, rama cada rama, y en la copal está la sala de recibol de un mirlo que habla.// La mesa donde escribol-una fiesta de solteras-l está hecha de madera de ese árboll convertida por el uso y por el tiempol en la palabra mesa.// Es porque da frutos que caenl y por el gremio perenne de sus hojasl que se renueva el árboll y que existe la palabra árbol:// aunque a veces el bosquel lo oculte a la vista, lo contienel el árbol en la palabra árbol.// Y no es que éste sea un poema abstracto./ Es que las palabras se repiten entre sil por el sentido: son solteras y sociablel y de sus raíces crece un árbol.

La poesía de Mirta Rosenberg emerge dentro del pano- rama de la poesía argentina como una rama indepen- diente, arraigada en las profundidades de la lengua, o de su lectura personal de la lengua y de las ampliaciones que ésta encuentra en la traducción. «Su obra cabría definirla, si usamos una muy vieja palabra, por el estilo», apunta Olvido García Valdés en el apéndice de este volumen, «eso que la hace reconocible entre muchos: su estilo es ritmo y su estilo es alguna clase de fe».